miércoles, 31 de diciembre de 2008

vacaciones invernales o infernales

Llegaron las vacaciones invernales y sus respectivas celebraciones navideñas, esto para los que de alguna forma u otra están inmersos en el frenético ritmo escolar (en mi muy particular caso se encuentran mis tres rebeldes sin causa y la causa mayor de que esos tres rebeldes pululen por esa la que yo llamo mi casa), para los que no, intentamos que solo nos pasen de lado con los menores daños colaterales posibles, pero no hay manera, el sistema se colapsa y la rutina que tantos meses nos ha costado lograr se desbarata cual castillo de naipes. De inicio, los pequeñuelos que a base de una erogación mensual lográbamos mantener ocupados mínimo hasta las dos de la tarde, ahora se encuentran con que no tienen nada que hacer que no sea estar buscando desestabilizar la cordura materna, pelear todo lo que no han peleado en el año con sus hermanos, destruir lo que no alcanzaron a destruir y practicar a todo volumen sus renovados gritos de guerra, y para colmo, la asistenta que tiene a bien ayudarnos en la doma de estos potrillos cerriles, partió rumbo a tierras desconocidas dizque a tomarse unas merecidas vacaciones, así es que la progenitora de estos tres subhumanoides que se suponía que iba a disfrutar de unas merecidas vacaciones, se encuentra con que tiene más trabajo que en sus días laborales. Yo, al fin viendo los toros desde la barrera (yo no tengo vacaciones), me presento a la hora de mis sagrados alimentos, y basta con que le pregunte “¿Cómo se portaron?” para recibir como respuesta una subida de ojos hasta los más alto del firmamento y una cara de que si sigo viva es de milagro.
Por otro lado, el asunto este de que su ocupación solo sea estar papando moscas, viendo a los padrinos mágicos y la bola de compinches caricaturescos de la muy poco variada programación televisiva y la cantidad infernal de anuncios de juguetes a la cual uno más inútil que el otro, les ha dado un pequeño lavado de cerebro, ahora resulta que quieren todo, que si el carrito que habla y hace pipi (supongo que por el escape), que si la barbie divorciada que viene acompañada de una laptop para hacer citas por internet, que el dinosaurio que se deja en agua para que crezca y crece como dos milímetros, o el avión a reacción que no reacciona ni con pilas nuevas. Ya no se conforman con lo poco o mucho que puedan tener, ya no quieren idear como lo hacíamos antes algún juego para mantener la mente ocupada y el cuerpo en acción, no, todo es tele, destrucción y desolación.
Por esa razón y por que la quiero, mediante este escrito quiero conminar a los tres hijos de maría morales a que reflexionen, recapaciten, si quieren que su abnegada y aporreada madre sobreviva estas vacaciones, necesitan apegarse al manual de Carreño y portarse con urbanidad y decencia, si no, Dios los libre de las funestas consecuencias, conste que ya se los advertí.

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